Los chicos y la televisión

Los chicos y la televisión

En Argentina, sólo la mitad de los chicos viven en hogares abonados al cable y la otra mitad no. Los que no poseen estas conexiones, no tienen acceso a una fuente inagotable de conocimiento y de información

Una directora de un importante jardín de infantes afirmó que desde el primer dia de clase, las maestras distinguían de inmediato los alumnos habituados al cable. Estos llegaban conociendo los colores, los números y otros conceptos, y los que no gozaban de esa posibilidad ingresaban en inferioridad de condiciones.

¿Esta brecha será una de las causas que explica porqué la deserción escolar se da en niveles cada vez más inferiores?
Hay un creciente desplazamiento de la audiencia infantil desde las emisoras de aire hacia los canales de cable. En Estados Unidos y otros países desde el año 2002 la audiencia de la televisión por cable supera algunos días a la de la televisión abierta, por el aumento de la audiencia infantil.

No es conveniente idealizar este gran acceso al cable, pero tampoco descalificarlo, ya que la televisión es un gran agente socializador.

Un tercio de la población mundial es menor de 16 años; dos billones de personas. Prestar un servicio a las necesidades y aspiraciones de este sector, no es algo que se refleje en la programación televisiva.

Los programas que ven los chicos influyen enormemente en la formación de valores, en la percepción del mundo y de la realidad.

¿En el interior de sus casas, no tienen derecho a encender el televisor sin riesgo para su desarrollo emocional e intelectual?

Aún no se han desarrollado física, ni emocionalmente, no se los puede exponer a lo que no pueden comprender.

Es necesario respetar el derecho de los niños a ser niños y no enfrentarlos antes de tiempo a temáticas que son propias de los adultos.

Los menores de 18 años no votan, ni manejan, ni compran o venden propiedades, se considera que no han terminado su etapa de crecimiento intelectual, físico ni emocional y por lo tanto no han alcanzado la comprensión necesaria para actuar con responsabilidad y pleno consentimiento.

Los padres, complicados por sus situaciones laborales y familiares, no siempre pueden vigilar lo que ven sus hijos. Por esto, no es solamente responsabilidad de ellos sino también de las emisoras, de los anunciantes y de los que implementan las reglamentaciones.

Sí se controlan los alimentos, medicamentos y otros productos, también es necesario cuidar los contenidos de la televisión, especialmente en los horarios de protección al menor

¿Cuáles son las alternativas? En Fund TV señalamos la importancia de apoyar una mayor y mejor producción de contenidos televisivos que nutra sanamente a las jóvenes inteligencias, como una alimentación saludable nutre al organismo.

La contaminación del ambiente tiene un precio doloroso y lo mismo la contaminación de la cultura. Esta es producida por contenidos dudosos que no se focalizan en beneficiar a la platea infantil sino que se guía por el rating. Una producción audiovisual de calidad no es incompatible con las ganancias comerciales.