21 de Septiembre - 15ª Entrega de premios Fund TV, fue emitida en vivo por el Canal Volver a las 20 hs Conducción: Pancho Ibáñez y Debora Pérez Volpin
18.3. Reunión de prensa en Clásica y Moderna. Presentación de la agenda de Fund TV y de la 15ª edición de los Premios Fund TV.
30.3. Cierre de inscripción al premio Fund TV
30.4. Cierre de inscripción del 6º Concurso de guiones de Fund TV.
Mayo. Reuniones de los miembros del jurado para evaluar y seleccionar los programas ganadores.
7 de mayo. a las 13.30 hs. Ivana Canosa de Fund TV presentó el panel “El documental” en el marco del 8º Encuentro de Educación, Comunicación, Información y el Libro, de la 35º Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, en La Rural .Sala: Juana Manuela Gorriti (Pabellón Ocre)
Los disertantes fueron: Emilio Cartoy Díaz, Maríano Llinás y Julián Gorodischer
Junio. Reunión de los miembros del jurado del 6º Concurso de guiones.
18 de junio. Reunión para la selección del Premio Extraordinario 2009.
Fin de Junio. Presentación del listado de los nominados de la 15ª edición de los premios FUND TV 2009
26 de octubre. Fund TV organizó en la Fundación Telefónica el panel:
Importancia del guión en la narrativa audiovisual
FUNDTV. AUDITORIO TELEFÓNICA.
26 de octubre de 2009.
https://goo.gl/photos/5kei2UifEgS6L9WL7
PONENCIA de GRACIELA MAGLIE.
LA ESPECIFICIDAD DE LA ESCRITURA PARA CINE
La primera reflexión que me gustaría compartir con ustedes, tiene que ver con la especificidad de la escritura para el cine, es decir, con el oficio de escribir películas y, por extensión para la expresión audiovisual en general.
Sin ninguna duda, los autores de cine participamos de la condición de escritores, en el sentido de que nos valemos, al igual que los autores de narrativa o ensayo, de la palabra escrita. El leguaje escrito es también nuestra materia, a la que necesariamente apelamos en sus múltiples dimensiones y posibilidades: informativa, descriptiva, expresiva, y tal vez, hasta poética. El resultado de nuestro trabajo es también una narración escrita, un texto, que, en este sentido podríamos llamar literario. (De hecho se suele llamar guión literario, para diferenciarlo del guión técnico que desarrolla del director, frecuentemente con el director de fotografía y que contiene todas las especificaciones técnicas)
Sin embargo, legítimamente podemos poner en duda de si este texto es un texto autónomo, ya que está destinado a ser soporte de una película, puesto que un guión o libro cinematográfico, no es otra cosa que eso: una película escrita. Es deseable, por cierto, que esté bien escrita… podemos y debemos valorar en un guión la calidad de su escritura, la precisión de sus descripciones, su alcance expresivo, la pertinencia de sus diálogos, la jerarquía de los conflictos que despliega, es decir, su dramaturgia, los climas o atmósferas que logra transmitir, la solidez de la estructura del relato…pero, finalmente, lo que se valorará es la traducción de todos estos atributos a otro lenguaje que es el de la narración fílmica.
Este hecho irrefutable nos plantea a los escritores de cine una inscripción incierta en el terreno de la literatura, ya que si un guión aún no filmado suscitara una experiencia estética autónoma, sin duda podríamos decir que éste participa del territorio de la literatura, como cualquier otro texto narrativo. Pero si su destino final fuese sólo la lectura, no se trataría estrictamente de un guión cinematográfico, ya que lo propio de un guión es su específico fílmico, que sea el soporte de una película.
Respecto a la relación con sus lectores, el guión está destinado, en principio, a unos lectores privilegiados, que son el director, el productor, los actores, los jefes de equipo de luz, sonido, los directores de arte, escenógrafos, vestuaristas, al músico, etc. no está destinado a un público de lectores.
Lo que los potenciales lectores verán, – “leerán”-, ya como espectadores, es ese guión traducido por estas múltiples mediaciones que son el resultado creativo de todos los rubros nombrados, más los que no mencioné.
Es por esto que frecuentemente se habla del guión como de una “escritura en tránsito” o “escritura en pena”, al decir de mi colega Jorge Goldenberg, o al menos podríamos decir una escritura en “espera” ya que está destinado a una traslación o metamorfosis, que es la de su escritura final, es decir, la de su realización cinematográfica.
Entonces, un guión sin filmar, en algún sentido, carece de entidad, tanto literaria como cinematográfica, ya que no tiene destino. Es excepcional, como ustedes saben, que se publiquen guiones, y cuando se los publica, generalmente están destinados a estudiantes o especialistas del medio, pero es muy improbable que se publiquen guiones de películas que no se han realizado.
De modo que el guionista tiene, en algún sentido, una doble e incierta inscripción. Por un lado, usurpa transitoriamente los recursos del escritor para dar cuenta de una película escrita, de un texto, y por el otro, usurpa transitoriamente el rol del director del film, para poder escribirla, ya que se espera de la lectura de un buen guión, que permita “ver” la película de la que es soporte y se espera que un buen guionista maneje la sustancia de la escritura audiovisual. Es decir, para que se pueda “ver” su escritura, sus descripciones de imágenes, la construcción de los personajes, la estructura de ese tiempo ficcional que es un film, para poder hacer eso, digo, el escritor se pone además en el lugar del director, para inducir a configurar imágenes internas en esos lectores privilegiados que permitan ver esa película. No se trata de que el guionista utilice especificaciones técnicas, trabajo que realizará el director, pero necesariamente avanza sobre la puesta en escena, a veces sobre la puesta de cámara, cuenta desde dónde se ve lo que ve, si de cerca o de lejos, desde qué punto de vista, trabaja sobre todo en la construcción de los tiempos de la narración y de los “tempos” de cada una de las escenas.
Una de las especificidades de la escritura para una creación audiovisual es que se trata de un arte basado en elipsis, es decir en sustracciones, o sea en “lo que no se cuenta”. Salvo alguna excepción experimental, ninguna película se cuenta en “tiempo real”, es decir, el autor elige qué escenas creará para dar cuenta del universo dramático que se propone transmitir, expresar. Y, justamente, en esta elección radica la “personalidad o estilo” que imprimirá a ese relato, porque, precisamente, lo que “tensa” un relato, es aquello que no se cuenta, aquello que, concientemente, el autor del guión, escamotea u oculta o dosifica.
SOBRE EL LUGAR DEL AUTOR DE GUIONES.
Se suele decir que en nuestro cine, y en el cine en general, faltan o escasean “las buenas historias”, pero, sinceramente, creo que con buenas historias se pueden hacer malos guiones y con historias aparentemente “pequeñas” se pueden hacer grandes películas. El arte es siempre el del relato y el guionista entra primero en este proceso de crear un film y deja planteada no sólo su impronta autoral desde el punto de vista de la historia, del qué se cuenta, sino del cómo se cuenta. Su materia prima será, entonces, trabajar esta construcción de “tiempos artificiales”, de climas, de atmósferas que sustenten los aspectos dramáticos que configuran su narración, además de la creación de sus personajes y los diálogos con los que se expresan.
Si se espera que el aporte de un guionista sea contribuir con “una buena historia”, éste apenas sería el primer paso, tal vez necesario pero jamás suficiente de su aporte y, subyace a esta idea, una devaluación de su rol como narrador de cine o de TV.
He señalado que el guionista entra primero en el proceso de creación de un film. Como comprenderán, éste no es un dato menor. Antes del guión existen ilusiones, proyectos, deseos de hacer una película o un programa de TV.
El guión es la condición de existencia del futuro film, es, entre otras cosas, con lo que los productores de cine salen a buscar recursos para la futura realización, además de ser “la partitura” de la futura película. Teniendo en cuenta lo expuesto, resulta bastante inexplicable que el rol del guionista esté devaluado en nuestro medio. En cine hay una gran escasez de recursos para sustentar la primera etapa de creación del guión, eso que se suele llamar “desarrollo de proyectos” y que es, ni más ni menos, una primera versión del guión para salir a buscar dinero. En TV, la situación se complica con la intrusión de productores que retienen derechos sobre la obra argumentando que las series están hechas “sobre una idea de”… ellos mismos. Nuestra ley 11723 de Derechos de Autor es muy clara y muy sabia. No protege “ideas” ya que las ideas se consideran universales, sin dueños. Lo que nuestra ley protege es OBRA, es decir, las ideas articuladas en un relato, en una narración, en una creación única, propia, personal, tarea específica de los guionistas.
Como Presidenta del Consejo Profesional de Cine de ARGENTORES, sociedad centenaria que representa a los autores de teatro, radio, cine y televisión y nuevas tecnologías, me concierne contarles sobre nuestro compromiso como entidad por la defensa de los derechos económicos y morales de los autores.
Es parte de una tarea que no se limita a recaudar nuestros derechos de autor en el país y en el exterior y a salvaguardar la titularidad de nuestras obras y su integridad. Nuestra acción se inscribe, necesariamente, como parte de una gran lucha en el campo cultural frente a nuevos fenómenos, tendencias y/o intereses que, lejos de reivindicar al autor en todas las áreas nombradas, tienden a vulnerarlo por un ciego y coyuntural beneficio. Ciego y coyuntural, ya que como reza el lema de nuestra entidad, “sin autor, no hay obra”…y agrego que sin obra, no hay cultura. Muchas gracias.
Internacionales.
Asesoramiento a una asociación de Asunción, Paraguay, para la organización de una réplica del Premio Fund TV
3 al 7 de septiembre. auspicio institucional de Fund TV 8vo. Festival Internacional de Cine “Nueva Mirada” para la Infancia y la Juventud
22 de septiembre. Participación de Fund TV en la Asamblea General de la CICT-IFTC (Consejo Internacional para el Cine y la televisión) de Unesco.
Asistirá en representación de esta fundación asociada a esta agencia internacional, nuestra representante Consuelo de Fontanieu.
16 de octubre. auspicio institucional de Fund TV al 7º Encuentro Nacional para la Conservación del Patrimonio Audiovisual a realizarse en la Municipalidad de Berazategui.
25 de noviembre. Jornada sobre; “¿VIOLENCIA?, NI UN MINUTO MÁS, organizada por la YWCA, Young Women´s Christian Association de Argentina y Mujeres FECOBA Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer María Elvira Martini hará una presentación en representación de Fund TV Florida 15, 3er piso, Capital Federal.
30 de noviembre. Conferencia; Televisión, cadenas de valor y sinergia en la industria del entretenimiento. Organizada por La Secretaría de Industria, Comercio y Pyme del Ministerio de Industria y Turismo – Presidencia de la Nación y Excebiel Entertainment en el Ministerio de Economía de la Nación, Hipólito Yrigoyen 250.
Disertarán sobre este tema la Lic. María Cristina Lionti de la Secretaría de Industria, Comercio y PyME, la Dra. Gabriela Garrini, Jefa de Gabinete de la Secretaría de Industria, Comercio y PyME; Tristán Bauer, Presidente del Sistema de Medios Públicos; Horacio Roura, Subsecretario de la Pequeña y Mediana Empresa-SePyME; y la Sra. Sara Shaw de Critto, Presidente de FundTV – Fundación Televisión Educativa.
FUND TV; otros premios y colaboración institucional con otras organizaciones
Premios de la Cámara Argentina de Anunciantes del 7° Concurso de ensayos para estudiantes;”
Premios Clarín: participación como Jurado de Honor de Televisión
Premio del Observatorio de la Calidad Televisiva de la Facultad de Comunicación de la Universidad Austral
Premio Signis
Convenios vigentes:
TAL: TELEVISIÓN AMÉRICA LATINA.
Magnaverum. Adhesión institucional a la Enciclopedia Hispánica Magnapedia y su autopista informática.
26 de octubre: Importancia del guión en la narrativa audiovisual
Presentan:
Pedro Barcia: Presidente de la Academia Argentina de Letras
Graciela Maglie: Socióloga y autora. Guionista Nueve lunas, y otros grande éxitos.
Boy Olmi: actor, guionista y productor
Beatriz O. de Amadeo de Fund TV: coordinación.
ESPACIO FUNDACION TELEFONICA:Arenales 1540
FUNDTV. AUDITORIO TELEFÓNICA.
26 de octubre de 2009.
PONENCIA de GRACIELA MAGLIE.
LA ESPECIFICIDAD DE LA ESCRITURA PARA CINE.
La primera reflexión que me gustaría compartir con ustedes, tiene que ver con la especificidad de la escritura para el cine, es decir, con el oficio de escribir películas y, por extensión para la expresión audiovisual en general.
Sin ninguna duda, los autores de cine participamos de la condición de escritores, en el sentido de que nos valemos, al igual que los autores de narrativa o ensayo, de la palabra escrita. El leguaje escrito es también nuestra materia, a la que necesariamente apelamos en sus múltiples dimensiones y posibilidades: informativa, descriptiva, expresiva, y tal vez, hasta poética. El resultado de nuestro trabajo es también una narración escrita, un texto, que, en este sentido podríamos llamar literario. (De hecho se suele llamar guión literario, para diferenciarlo del guión técnico que desarrolla del director, frecuentemente con el director de fotografía y que contiene todas las especificaciones técnicas)
Sin embargo, legítimamente podemos poner en duda de si este texto es un texto autónomo, ya que está destinado a ser soporte de una película, puesto que un guión o libro cinematográfico, no es otra cosa que eso: una película escrita. Es deseable, por cierto, que esté bien escrita… podemos y debemos valorar en un guión la calidad de su escritura, la precisión de sus descripciones, su alcance expresivo, la pertinencia de sus diálogos, la jerarquía de los conflictos que despliega, es decir, su dramaturgia, los climas o atmósferas que logra transmitir, la solidez de la estructura del relato…pero, finalmente, lo que se valorará es la traducción de todos estos atributos a otro lenguaje que es el de la narración fílmica.
Este hecho irrefutable nos plantea a los escritores de cine una inscripción incierta en el terreno de la literatura, ya que si un guión aún no filmado suscitara una experiencia estética autónoma, sin duda podríamos decir que éste participa del territorio de la literatura, como cualquier otro texto narrativo. Pero si su destino final fuese sólo la lectura, no se trataría estrictamente de un guión cinematográfico, ya que lo propio de un guión es su específico fílmico, que sea el soporte de una película.
Respecto a la relación con sus lectores, el guión está destinado, en principio, a unos lectores privilegiados, que son el director, el productor, los actores, los jefes de equipo de luz, sonido, los directores de arte, escenógrafos, vestuaristas, al músico, etc. no está destinado a un público de lectores.
Lo que los potenciales lectores verán, – “leerán”-, ya como espectadores, es ese guión traducido por estas múltiples mediaciones que son el resultado creativo de todos los rubros nombrados, más los que no mencioné.
Es por esto que frecuentemente se habla del guión como de una “escritura en tránsito” o “escritura en pena”, al decir de mi colega Jorge Goldenberg, o al menos podríamos decir una escritura en “espera” ya que está destinado a una traslación o metamorfosis, que es la de su escritura final, es decir, la de su realización cinematográfica.
Entonces, un guión sin filmar, en algún sentido, carece de entidad, tanto literaria como cinematográfica, ya que no tiene destino. Es excepcional, como ustedes saben, que se publiquen guiones, y cuando se los publica, generalmente están destinados a estudiantes o especialistas del medio, pero es muy improbable que se publiquen guiones de películas que no se han realizado.
De modo que el guionista tiene, en algún sentido, una doble e incierta inscripción. Por un lado, usurpa transitoriamente los recursos del escritor para dar cuenta de una película escrita, de un texto, y por el otro, usurpa transitoriamente el rol del director del film, para poder escribirla, ya que se espera de la lectura de un buen guión, que permita “ver” la película de la que es soporte y se espera que un buen guionista maneje la sustancia de la escritura audiovisual. Es decir, para que se pueda “ver” su escritura, sus descripciones de imágenes, la construcción de los personajes, la estructura de ese tiempo ficcional que es un film, para poder hacer eso, digo, el escritor se pone además en el lugar del director, para inducir a configurar imágenes internas en esos lectores privilegiados que permitan ver esa película. No se trata de que el guionista utilice especificaciones técnicas, trabajo que realizará el director, pero necesariamente avanza sobre la puesta en escena, a veces sobre la puesta de cámara, cuenta desde dónde se ve lo que ve, si de cerca o de lejos, desde qué punto de vista, trabaja sobre todo en la construcción de los tiempos de la narración y de los “tempos” de cada una de las escenas.
Una de las especificidades de la escritura para una creación audiovisual es que se trata de un arte basado en elipsis, es decir en sustracciones, o sea en “lo que no se cuenta”. Salvo alguna excepción experimental, ninguna película se cuenta en “tiempo real”, es decir, el autor elige qué escenas creará para dar cuenta del universo dramático que se propone transmitir, expresar. Y, justamente, en esta elección radica la “personalidad o estilo” que imprimirá a ese relato, porque, precisamente, lo que “tensa” un relato, es aquello que no se cuenta, aquello que, concientemente, el autor del guión, escamotea u oculta o dosifica.
SOBRE EL LUGAR DEL AUTOR DE GUIONES.
Se suele decir que en nuestro cine, y en el cine en general, faltan o escasean “las buenas historias”, pero, sinceramente, creo que con buenas historias se pueden hacer malos guiones y con historias aparentemente “pequeñas” se pueden hacer grandes películas. El arte es siempre el del relato y el guionista entra primero en este proceso de crear un film y deja planteada no sólo su impronta autoral desde el punto de vista de la historia, del qué se cuenta, sino del cómo se cuenta. Su materia prima será, entonces, trabajar esta construcción de “tiempos artificiales”, de climas, de atmósferas que sustenten los aspectos dramáticos que configuran su narración, además de la creación de sus personajes y los diálogos con los que se expresan.
Si se espera que el aporte de un guionista sea contribuir con “una buena historia”, éste apenas sería el primer paso, tal vez necesario pero jamás suficiente de su aporte y, subyace a esta idea, una devaluación de su rol como narrador de cine o de TV.
He señalado que el guionista entra primero en el proceso de creación de un film. Como comprenderán, éste no es un dato menor. Antes del guión existen ilusiones, proyectos, deseos de hacer una película o un programa de TV.
El guión es la condición de existencia del futuro film, es, entre otras cosas, con lo que los productores de cine salen a buscar recursos para la futura realización, además de ser “la partitura” de la futura película. Teniendo en cuenta lo expuesto, resulta bastante inexplicable que el rol del guionista esté devaluado en nuestro medio. En cine hay una gran escasez de recursos para sustentar la primera etapa de creación del guión, eso que se suele llamar “desarrollo de proyectos” y que es, ni más ni menos, una primera versión del guión para salir a buscar dinero. En TV, la situación se complica con la intrusión de productores que retienen derechos sobre la obra argumentando que las series están hechas “sobre una idea de”… ellos mismos. Nuestra ley 11723 de Derechos de Autor es muy clara y muy sabia. No protege “ideas” ya que las ideas se consideran universales, sin dueños. Lo que nuestra ley protege es OBRA, es decir, las ideas articuladas en un relato, en una narración, en una creación única, propia, personal, tarea específica de los guionistas.
Como Presidenta del Consejo Profesional de Cine de ARGENTORES, sociedad centenaria que representa a los autores de teatro, radio, cine y televisión y nuevas tecnologías, me concierne contarles sobre nuestro compromiso como entidad por la defensa de los derechos económicos y morales de los autores.
Es parte de una tarea que no se limita a recaudar nuestros derechos de autor en el país y en el exterior y a salvaguardar la titularidad de nuestras obras y su integridad. Nuestra acción se inscribe, necesariamente, como parte de una gran lucha en el campo cultural frente a nuevos fenómenos, tendencias y/o intereses que, lejos de reivindicar al autor en todas las áreas nombradas, tienden a vulnerarlo por un ciego y coyuntural beneficio. Ciego y coyuntural, ya que como reza el lema de nuestra entidad, “sin autor, no hay obra”…y agrego que sin obra, no hay cultura. Muchas gracias.
PRESENTACION de los NOMINADOS 2009 jueves 18 de junio, 19,30 hs. CENTRO CULTURAL BORGES Auditorio Astor Piazzola
Reseña y fotos del desayuno de prensa realizado en Clásica y Moderna.
El miércoles 12 de marzo se realizó una nueva convocatoria para la 14ª edición del premio Fund TV. Asistieron numerosos periodistas, productores de televisión y amigos de la Fundación
Pablo Marcovsky tocó el piano maravillosamente bien, Juana Patiño entonó el Feliz Cumpleños por los 15 años de Fund TV y todos acompañaron en las felicitaciones,
Estuvieron presentes entre otros: Silvia Fernandez Barrios, Felix Aguirre de Real TV News, Ruben Rodríguez, director de RTA, Nestor Verardi, director de Radio Ciudad, Silvia Bacher, Cristina Rodríguez Jurado, Elisabeth Tuma, Adriana Schotlender, Maia Mactas, Dra. Liliana Moreno, y varios amigos de Fund TV.
Se dialogó sobre Fund TV y sus actividades y los miembros de la comisión directiva respondieron a diversas inquietudes. Gladys Damsky hizo la coordinación y Natu Poblet, la dueña de casa estuvo presente y como siempre, se brindó un servicio de calidad.