Nuevas áreas televisivas: Lo educativo

NUEVAS AREAS TELEVISIVAS: LO EDUCATIVO

No esta suficientemente explorado lo educativo en los medios televisivos. Se sabe que muchos definen las crisis como oportunidades para propuestas innovadoras; ¿dar más de lo mismo, repetir fórmulas, seguir la inercia de la ley del mínimo esfuerzo?.

Nosotros desde la Fundación queremos dar visibilidad a la aspiración generalizada por opciones más creativas, que satisfagan necesidades y deseos de las audiencias y que respondan a esta pregunta ¿qué televisión nos gustaría ver? ¿qué programas deseamos para nuestros hijos?

Respeto al consumidor
Esto es una reflexión para que los programas de televisión no respondan a lo exclusivamente comercial y de corto plazo, sino que cada vez incorporen más ingredientes educativos que responsan al bien común y esto lógicamente haría mejorar la imagen y sería un atractivo más para los anunciantes que siempre desean posicionarse lo mejor posible.

El rol educativo de la televisión
En los medios masivos de comunicación el proceso educativo opera de un modo difuso y asistemático, pero no por eso deja de ser influyente. Es imposible permanecer “neutral” frente a los mensajes televisivos. En mayor o menor grado estos influyen modificando actitudes, hábitos y conductas; introduciendo ideas, además de productos comerciales y difundiendo o no información sobre los acontecimientos. En lo televisivo, la influencia es especialmente fuerte, pues la audiencia no la ve como un intento deliberado de hacerlo pensar, actuar o creer en algo. El bombardeo de información es de un ritmo tan veloz que es imposible reflexionar y menos interpretar lo que está recibiendo. No hay tiempo suficiente para procesar o analizar lo que se recibe. Los medios de comunicación al ser transmisiones culturales, pueden ser más modeladores en la formación de las nuevas generaciones que los sistemas educativos formales.

Valores y modelos de vida Uno de los ejes de los procesos educativos es puntualizar modelos; por eso es tan importante no dejar librado al azar o a la improvisación el análisis de qué modelos de vida se hacen en los distintos programas. Los jóvenes toman muchas veces sus modelos más de su interacción cotidiana y de los medios de comunicación social ( en especial la televisión) que del aula y el maestro. Los medios audiovisuales distribuyen todo tipo de información e ideas y éstas quedan grabadas con mucha facilidad y mayor intensidad, que lo que se puede lograr con sistemas tradicionales de enseñanza.

Es necesario incorporar a estos medios para que colaboren explícitamente en una tarea de educación permanente, porque de todos modos lo están haciendo de un modo implícito y asistemático.

Creatividad y excelencia
Pero no es una ingenuidad, pretender que los contenidos de los mensajes sean cuidadosamente analizados por especialistas en los temas tocados por los guionistas. Los creativos y los productores que siempre están ávidos de nuevas ideas no se opondrán a introducir mejoras en su trabajo profesional. Y así como hay búsqueda de la excelencia en lo tecnológico y se compite en lograr efectos cada vez más artísticos e innovadores, habrá que dedicar mayor atención a los contenidos de los programas.

Asesoramiento de expertos
Buscar la calidad, implica perfeccionar la forma tanto como el fondo. Es caer en una peligrosa frivolidad, enfatizar el cuidado por las formas más que por los contenidos; descuidar los mensajes que se comunican y las posibles interpretaciones de lo comunicado. No es algo imposible de consultar a expertos reconocidos en distintas especialidades, para que asesoren en el manejo de los contenidos de los mensajes y analicen las posibles interpretaciones de las audiencias. La credibilidad sólo es posible si hay confianza a quien avala la producción de los mensajes. La función de los expertos es garantizar a las audiencias que no hay intereses contrapuestos en entre el bien público y los que elaboran el mensaje. Los principales beneficiados con este esmero en la producción de programas no solo serán las audiencias, sino las emisoras: aumentarán su prestigio y la credibilidad en su programación y así facilitarán sus vínculos con sus auspiciantes.